El Affiliate Marketing no es un modelo pasivo ni escalable por arte de magia. Es una guerra con briefings inestables, pagos fantasma y reglas cambiantes.

Tras años de optimización programática, la industria publicitaria empieza a redescubrir su raíz más humana: contar historias. La IA no debería ser un sustituto del pensamiento creativo, sino su catalizador.

Hay 40 yates AdTech en Cannes. Cuarenta. Y la mayoría están más cerca de la bancarrota que de la disrupción. ¿El ROI? Un selfie en lino, una promesa de "first-party data" y la ilusión colectiva de que el sector aún no es un meme.

La Open Web atraviesa una crisis de identidad, con métricas rotas, economía en ruinas y un ecosistema que parece una red de intermediarios en piloto automático.

Mientras los DSPs callan, los SSPs inflan métricas y los anunciantes siguen sin saber cuántas veces pagan por la misma puja, este artículo disecciona, sin filtros, el verdadero precio del “scale as strategy”.

Los publishers pasan de víctimas a arquitectos: crean sus propias herramientas, controlan el bidstream y lideran un SPO más transparente que beneficia a todo el ecosistema, anunciantes y usuarios incluidos.

Entre MFA disfrazados de premium, algoritmos que replican sesgos y una cadena de suministro programática cada vez más opaca, la publicidad digital se ha convertido en una farsa altamente automatizada.

La identificación por hogar, conocida como “Household ID” ha resurgido de sus cenizas como base del targeting digital en un tiempo donde el colapso de señales individuales está más que acentuado. Pero ojo, no confundamos Household ID con precisión: realmente es lo único que queda cuando identificadores como las cookies de terceros o los IDs probabilísticos pierden su valor.

WPP no necesita un relevo_, necesita un reset. En un contexto de disrupción generacional donde la IA reescribe las reglas del juego, Brian Lesser no solo encarna la continuidad de la transformación iniciada en GroupM, sino que representa el único movimiento audaz posible para que WPP vuelva a liderar la conversación global.

OpenAI y Jony Ive lanzarán un wearable AI sin pantalla que registrará lo que ves, dices y haces. Sam Altman planea distribuir 100 millones. ¿Revolución tecnológica o distopía inteligente?

La IA sigue avanzando, pero Gartner lanza una predicción inesperada: para 2028, el 70% del presupuesto de marketing se destinará a canales offline.

En esta crónica afilada, Gossip Girl analiza la charla de Andrew Eifler (TripleLift) y expone lo que muchos piensan pero pocos se atreven a decir: si no arreglamos el sistema desde dentro, lo harán otros. Y no nos va a gustar.

La lógica de la web fija y pasiva muere frente a experiencias generativas personalizadas. En la era AI 2.0, navegamos intenciones, no páginas. La publicidad debe adaptarse o quedar fuera del juego.

Meta ha sido pillada rastreando la actividad web de usuarios Android incluso en modo incógnito, gracias a una técnica que conecta su App directamente con las webs visitadas. Una vulnerabilidad tan sofisticada como preocupante.

Los modelos de IA ya no solo generan respuestas: han dejado sin clicks a los medios, sin aire al branded content y sin poder de descubrimiento a las marcas. ¿Quién escribe para una web que nadie visita? Gossip Girl levanta el velo del nuevo orden informativo, donde los algoritmos mandan y el contenido es el rehén.

Google ha empezado a implementar Zero-Knowledge Proofs en su Wallet para permitir verificaciones como la edad sin compartir datos personales. Es una señal clara de que la privacidad estructural empieza a escalar.

El modelo tradicional de brand safety ha quedado obsoleto, es hora de reemplazarlo por contextual alignment, un enfoque inteligente que analiza contenido a nivel granular.

La fragmentación de los sistemas ID entre plataformas, las limitaciones técnicas del tagging y la arquitectura cerrada de los walled gardens impiden que CM360 entregue una visión precisa y completa del rendimiento cross-DSP.

Al cruzar los datos de transacción del DSP con el CRM, se revelan solapamientos preocupantes que cuestionan las bases mismas de cómo definimos la adquisición. Este artículo explica cómo comprobarlo y qué decisiones tomar.

Aunque el informe refleja un aparente consenso entre gigantes tecnológicos, broadcasters y agencias, lo cierto es que los grandes interrogantes siguen abiertos: ¿quién lidera, quién cede, y quién impone?