TTD reporta un aumento del 26% en sus ingresos del segundo trimestre de 2023, mientras que su iniciativa de ID digital, Unified ID 2.0, logra una adopción masiva en el sector de la publicidad digital.

La demanda antimonopolio de X contra la WFA y GARM provoca el cierre de la organización, generando preocupación en la industria publicitaria sobre el futuro de la colaboración y los estándares de brand safety.

El SSP reduce sus expectativas de ingresos para 2024 tras la transición de un socio DSP a first-price, lo que provoca una caída en sus acciones y afecta especialmente a su negocio de desktop display.

En medio de una feroz batalla por la cuota de mercado, los principales DSPs están ajustando sus estrategias y alianzas para atraer a los anunciantes, mientras que los cambios en el sector reconfiguran el panorama de la publicidad digital.

Disney+, Hulu y ESPN+ logran ingresos de 6.400 millones de dólares en el tercer trimestre fiscal, marcando el primer trimestre con beneficios para la estrategia de streaming de Disney.

Con un aumento del 600% en la inversión publicitaria programática desde las últimas elecciones presidenciales, las agencias de medios aprovechan el auge del CTV para alcanzar nuevos niveles de targeting y reach durante los Juegos Olímpicos.

Local Media Consortium lanza una innovadora herramienta que permite a los anunciantes dirigirse a inventario seguro en noticias, evitando la desmonetización causada por blocklists automatizadas y asegurando más ingresos para los publishers.

El fallo podría beneficiar a competidores como Microsoft y OpenAI, mientras Google corre el riesgo de perder su dominio en el mercado Search y su ventaja en inteligencia artificial.

Los marketers políticos están adoptando la CTV como una herramienta esencial para captar y persuadir votantes en un entorno electoral cada vez más digital, aprovechando su capacidad para segmentar audiencias.

La decisión judicial podría obligar a Google a modificar sus prácticas comerciales, poniendo en riesgo su posición dominante en el mercado de búsquedas y afectando significativamente a la industria publicitaria global.

Elon Musk arremete contra el GARM desencadenando una batalla legal que podría reconfigurar las relaciones entre grandes marcas y plataformas publicitarias.

Los líderes de AdTech intentan mantener la calma mientras evalúan las implicaciones del inesperado giro de Google sobre las third-party cookies, que podría afectar sus inversiones y estrategias a largo plazo.

Después de anunciar que los usuarios de Chrome podrán decidir si desean ser rastreados por third-party cookies, los ejecutivos publicitarios expresan su desconcierto y exigen claridad sobre el futuro de Privacy Sandbox.

Compañías como IBM, Microsoft y GoDaddy lideran la inversión en publicidad relacionada con IA, impulsando la promoción de productos de IA durante eventos como la Super Bowl y los Juegos Olímpicos.

El gigante de ecommerce totaliza más de 12.700 millones de dólares en publicidad durante el segundo trimestre, un crecimiento sólido pero insuficiente frente a los 13.000 millones esperados por los analistas.

El juez del caso ha determinado que los negocios de Search y publicidad de la compañía violan las leyes antimonopolio, poniendo en riesgo su dominio en el mercado y marcando un precedente para otras grandes tecnológicas.

A pesar del éxito de los DSPs en la publicidad digital, su falta de transparencia, reach limitado y problemas de fraude hacen que no sean la solución ideal para el futuro de la publicidad en televisión.

Ejecutivos de ambas compañías han mantenido reuniones para analizar eficiencias operativas. A pesar de que no se ha alcanzado un acuerdo definitivo, se espera que el anuncio oficial de la fusión se produzca en breve.

La reciente decisión de Google de no eliminar las third-party cookies genera preocupación entre los expertos, quienes advierten sobre los riesgos para la privacidad y la necesidad de alternativas efectivas

A pesar del revés en la eliminación de third-party cookies, los proveedores AdTech como RTB House, Raptive y MiQ mantienen su compromiso con Privacy Sandbox, aunque reconocen los desafíos.