La compañía refuerza la protección en modo incógnito al bloquear el rastreo de IPs por terceros, pero mantiene su uso en la navegación estándar, lo que genera dudas sobre el impacto real en la privacidad del usuario.

Google implementará IP Protection en modo incógnito para ocultar direcciones IP en ciertos dominios, limitando el fingerprinting, aunque requerirá autenticación en Chrome para activar esta función.

A pesar de las promesas de mayor seguridad, muchos expertos aún tienen dudas sobre si las soluciones PETs son suficientes para abordar los riesgos del fingerprinting.

Google permitirá el uso de fingerprinting en sus productos publicitarios a partir de febrero, una medida que genera entusiasmo en la industria pero despierta críticas por posibles riesgos para la privacidad.

El ICO acusa a Google de socavar la privacidad al permitir rastreos difíciles de bloquear, alertando sobre el impacto en el control de los usuarios sobre sus datos personales.

El problema se ha agravado después de que Google Chrome eliminara las cookies para el 1% de su base de usuarios a nivel mundial el pasado enero.

Las prácticas opacas de Google para restringir la toma de huellas digitales crean confusión entre sus socios de tecnología publicitaria