‘Lo que la IA no va a hacer por ti en 2026’, por Adrián Villellas

Diciembre de 2025, si echas un ojo a tu correo o a LinkedIn ahora mismo es muy probable que la mitad de lo que leas lo haya escrito, programado o resumido una máquina.

Este año ha sido una locura con las automatizaciones, ha sido el no va más, y obviamente han nacido esos gurús. Hemos visto herramientas que hace nada parecían magia y hoy las usamos a diario como quien usa el Excel. Y ojo, que está genial, nos quitan trabajo repetitivo, nos limpian los procesos y agilizan flujos que antes eran un dolor de cabeza constante o una trituradora de horas. No queremos volver atrás a hacer las cosas manualmente.

Pero siendo claro, aunque suene raro viniendo de alguien que lleva toda su carrera viviendo de la tecnología, cuando todo el mundo tiene acceso a los mismos juguetes, los juguetes dejan de ser especiales.

Si todos usamos la misma IA para redactar correos, todos sonamos igual. Si todos automatizamos los procesos de optimización con las mismas lógicas, nadie destaca. La tecnología, que antes te diferenciaba de la competencia, ahora se ha convertido en algo básico, en un commodity. Ya no es tanta ventaja competitiva, es simplemente el precio de la entrada. Si no lo tienes, estás fuera pero tenerlo ya no te garantiza ganar.

La trampa de la eficiencia

Nos hemos obsesionado tanto con ser eficientes que a veces se nos olvida de qué va esto, de personas haciendo negocios con personas. Estamos empezando a cansar a los clientes y a los socios. Igual que aprendimos a ignorar los banners intrusivos hace años, ahora estamos desarrollando un sexto sentido para ignorar las comunicaciones que huelen a robot. Lo perfecto aburre, lo que conecta de verdad es lo humano, con sus matices y su cercanía.

Por eso estoy convencido de que en 2026 la diferencia entre una empresa que lidera y una que simplemente está, no va a ser quién tiene el mejor producto/software, sino quién tiene a la mejor gente y quién cuida mejor sus relaciones. Obviamente si no tienes unos de los mejores productos no vas a triunfar, pero ya no es tan diferenciador.

Cuando el algoritmo no basta

Piénsalo un momento. La inteligencia artificial es buenísima ejecutando tareas, haciendo cosas más rápido pero es terrible teniendo criterio de momento. Un algoritmo no te va a decir si esa acción que hoy te da dinero rápido va a quemar a tu cliente dentro de tres meses. La visión estratégica, el saber cuándo decir no para proteger tu marca y tu reputación a largo plazo, eso sigue siendo cosa nuestra.

Cuando todo funciona, todos los proveedores y todas las plataformas parecen buenas. Pero la tecnología falla, cuando hay un problema gordo, una caída de servicio o un error crítico en un momento inoportuno, lo que salva la relación con el cliente no es abrir un ticket automático que te responde con una plantilla. Lo que salva la cuenta es tener a alguien al otro lado del teléfono, una voz conocida que te diga: "Tranquilo, lo entiendo y me ocupo yo ahora mismo". Esa tranquilidad no se automatiza.

La confianza como activo premium

Vamos hacia un internet lleno de contenido generado automáticamente y cada vez va a costar más distinguir lo real del relleno. En ese escenario, la credibilidad va a valer oro. Para cerrar acuerdos importantes en 2026, la otra parte necesitará confiar en ti, no en un modelo predictivo.

Los negocios de verdad, las alianzas estratégicas, requieren leer entre líneas. Requieren entender qué le preocupa realmente a la persona que tienes delante, qué presiones tiene su jefe o qué necesita para dormir tranquila. Una IA puede negociar precio pero una persona negocia valor y confianza. Tu palabra, tu cara y el saber que detrás hay alguien real que responde, van a ser tu mejor activo.

No me malinterpretes, en mi empresa vamos a seguir usando la mejor tecnología que haya, faltaría más. Pero en 2026 tener buena tecnología será solo el requisito mínimo. La verdadera defensa de tu negocio, lo que hará que los clientes se queden contigo y no se vayan con el de al lado (que usa la misma IA que tú), será la calidad humana de tu equipo.

Nos vemos en 2026.



Adrián Villellas, CEO de Digital Green

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