‘En verano también se lee: cuando el tráfico baja, pero el lector sigue ahí’, por Berta Jiménez
Cuando llega el final del mes de julio, empieza el calor asfixiante y se suceden los mensajes de OOO en las bandejas de entrada, parece que todo se para, que nadie nos escucha al otro lado. Podría parecer que los lectores desaparecen, que las newsletters pasan desapercibidas y que publicar artículos en verano es casi un desperdicio de creatividad. Pero en realidad no es (del todo) así. Aunque el verano es una época para descasar, también puede ser uno de los momentos más interesantes para conectar con la audiencia. Eso sí, siempre que se haga con buen contenido.
Además de los baños en el mar, las rutas en la montaña o las cenas con la pandilla en el pueblo, la lectura también tiene cabida durante las vacaciones. De hecho, ¿quién no lleva un libro en el bolso o en la mochila para aprovechar y devorarlo durante los días de descanso?
Lo mismo ocurre con el consumo de información: aunque obviamente consultamos menos los sitios de noticias, seguimos queriendo estar al día de lo que pasa. Por eso, aunque en medios como el nuestro, el tráfico web es menor, no es inexistente y, de hecho, hay un cierto interés por leer contenidos en profundidad, divulgativos o explicativos. Esos artículos de “sobremesa”, atemporales, de entretenimiento, que no tenemos tiempo de consumir en nuestro día a día pero que son el aliado perfecto cuando estamos debajo de la sombrilla.
Los lectores quieren contenidos de valor y calidad
Y aquí es donde está la clave: la calidad. Como siempre decimos en PROGRAMMATIC SPAIN, no se trata de publicar mucho, sino de publicar bien. Quizá lo que sucede es que a veces confundimos visibilidad con relevancia. Julio y agosto no son los mejores meses para lograr grandes impactos ni tasas de engagement de récord. Pero son meses fantásticos para sembrar. Para fidelizar. Para construir afinidad y comunidad. Para demostrar que, incluso en tiempos de desconexión, se puede conectar.
Además, el verano tiene otra ventaja: la falta de ruido. Como se presentan menos campañas, se envían menos notas de prensa y hay menos emails automáticos, todo lo que se lanza tiene más espacio para brillar. Si lanzas un contenido interesante en agosto, las probabilidades de que alguien lo lea (con calma, con atención), serán mayores. Y, sobre todo, en verano hay más tiempo para elaborar buenas piezas. Y donde hay tiempo, hay oportunidad.
En conclusión: no subestimemos al lector veraniego. Puede estar tumbado en una hamaca, sí, o en una terraza tomándose un cóctel. Pero también tiene el móvil en la mano. No quiere ruido, pero sí quiere algo que le inspire, le relaje o le aporte valor.
En vacaciones se lee diferente, pero se lee. Y nos tomamos el tiempo de hacer contenidos de valor y elaborar piezas con sentido, es muy probable que alguien al otro lado te escuche. Incluso bajo el sol. Incluso con la crema puesta. Incluso con el sonido del mar de fondo. Porque cuando hay menos ruido y todo está más tranquilo, una buena historia, por pequeña que sea, se escucha más.
Berta Jiménez, Senior Content Manager en PROGRAMMATIC SPAIN
