Google y el Departamento de Justicia de EE.UU. exhiben sus alegatos en el juicio antimonopolio

Los abogados del Departamento de Justicia de EE.UU. y de Google comenzaron ayer sus alegatos finales en el juicio antimonopolio que está en curso contra el gigante tecnológico. Este juicio, que lleva casi 9 meses y que se inició a raíz de una demanda interpuesta en 2020, se está celebrando en el Tribunal de Distrito de EE.UU. y tiene por objetivo aclarar si Google violó las leyes antimonopolio estadounidenses para mantener su monopolio.

Para ello, el Departamento de Justicia (DoJ) y un grupo de fiscales generales estatales que participan como co-demandantes no sólo deben demostrar que Google tiene el monopolio de las búsquedas en internet, sino también que las acciones de la compañía perjudicaron a la competencia y ahogaron la innovación.

Como explica Digiday en un artículo, Amit P. Mehta, el juez que supervisa el juicio, cuestionó los argumentos de ambas partes al mismo tiempo que preguntaba a los abogados sobre una serie de temas relacionados. Aunque Mehta se mostró escéptico ante las afirmaciones de Google de que las búsquedas verticales específicas (como Amazon para compras y ESPN para deportes, por ejemplo) se consideraban competencia directa, también puso pegas a las afirmaciones del Departamento de Justicia de que competir con Google era demasiado “costoso”.

Dos ejemplos de los que se habló largo y tendido fueron empresas como DuckDuckGo y Neeva, que pretendían ganarse a los usuarios mejorando la calidad de las búsquedas e impulsando la privacidad de los usuarios.

Durante la jornada se trataron varios temas clave del caso, como el panorama del mercado de búsquedas, la calidad de las búsquedas, las opciones alternativas para los usuarios y el impacto en la competencia entre sectores. Aunque el Departamento de Justicia alegó que Google actuó ilegalmente para mantener su posición dominante, el gigante de las búsquedas argumentó que aún hay margen para la competencia. Google también alegó que la calidad de su motor de búsqueda le ha permitido mantenerse en la cima.

Sin embargo, los abogados de la acusación afirmaron que Google había acumulado cuota de mercado pagando a Apple y Samsung para ser su motor de búsqueda predeterminado en los navegadores, al mismo tiempo que privaba a sus rivales de la escala necesaria para mejorar la calidad. "Google sigue queriendo centrar este caso en Microsoft y en Bing, pero se trata de todo el sector de las búsquedas", declaró Kenneth Dintzer, principal abogado litigante del Departamento de Justicia. "No hay indicios significativos de que nada de esto vaya a cambiar... Es el mercado el que se está viendo perjudicado por la congelación que se le ha impuesto".

Mientras que el jueves se centró en definir el mercado de búsquedas y el dominio de Google, la jornada de hoy en los tribunales se centrará en el mercado de la publicidad en búsquedas. Sin embargo, algunas cuestiones publicitarias ya están en juego. Los abogados de Google preguntaron por qué empresas como Yelp y TripAdvisor gastaron miles de millones de dólares al año en Google si compiten por el mismo mercado. El DoJ, por su parte, argumentó que los precios han subido aunque la calidad de las búsquedas no lo haya hecho. "Los productos que produce cada uno son diferentes", dijo el abogado de Google John Schmidtlein. "Son mercados diferentes. Tienen propósitos fundamentalmente distintos".

Los alegatos finales se producen días después de que unos nuevos documentos judiciales hicieran públicos algunos hechos del caso. Por ejemplo, una prueba documental señala que Google pagó a Apple 20.000 millones de dólares en 2022 para ser el motor de búsqueda predeterminado del navegador Safari de Apple. Otra prueba muestra un correo electrónico de 2019 del CTO de Microsoft, Kevin Scott, al CEO Satya Nadella y al cofundador Bill Gates, que da una idea del razonamiento de Microsoft para su inversión de mil millones de dólares en OpenAI ese mismo año. En el correo electrónico, Scott dijo que estaba "muy, muy preocupado" por estar "varios años por detrás de la competencia" cuando se trataba de entrenar grandes modelos de lenguaje.

"Tenemos gente de machine learning muy inteligente en Bing, en el equipo de visión y en el equipo de habla", escribió Scott. "Pero los equipos centrales de deep learning dentro de cada uno de estos equipos más grandes son muy pequeños, y sus ambiciones también han sido limitadas, lo que significa que incluso cuando comenzamos a alimentarlos con recursos, todavía tienen que pasar por un proceso de aprendizaje para escalar”. No obstante, el juez alegó que eso no era asunto del actual juicio.

Los abogados también debatieron el papel de Google como motor de búsqueda predeterminado en navegadores como Safari y Firefox. Mehta dijo que el gobierno tendrá que demostrar que la exclusividad por defecto ha llevado a bloquear la competencia y cuestionó que la cuota de mercado

Vidushi Dyall, director de análisis jurídico de Chamber of Progress, un grupo comercial del sector tecnológico, dijo a Digiday que Mehta parecía dudar del argumento del Departamento de Justicia de que Google no ha innovado lo suficiente en las búsquedas. "El juez Mehta se ha esforzado mucho por entrelazar las complejidades técnicas y empresariales de las búsquedas en su planteamiento de las cuestiones", dijo Dyall.

A partir de ahora, podrían pasar semanas o meses antes de que Mehta se pronuncie sobre el caso. Sin embargo, si el tribunal decide prohibir a Google hacer acuerdos exclusivos para ser el navegador por defecto, algunos expertos piensan que podría traer una nueva ola de oportunidades para los navegadores, los usuarios, los anunciantes y los proveedores de tecnología publicitaria. Adam Epstein, codirector ejecutivo de Admarketplace, un marketplace de buscadores, afirma que permitir la interoperabilidad de los motores de búsqueda permitiría a los navegadores elegir motores de búsqueda en función de cada consulta. Esto podría generar más innovación y más formas de fijar los precios de los anuncios.

"Cuando la subasta pasa de estar gestionada por Google a estarlo por el navegador, se produce un cambio radical en la situación actual", explica Epstein a Digiday. "Realmente traslada el control de Google al propio navegador y abre una enorme competencia y una enorme experimentación, algo que hasta ahora se echaba en falta".

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