Australia activa el primer veto de redes sociales para menores de 16 mientras TikTok gana tiempo en EE. UU.
El debate sobre vetos y límites de edad en redes sociales ha subido de intensidad en este cierre de 2025. Dos frentes concentran la atención de marcas y agencias: el nuevo aplazamiento del caso TikTok en Estados Unidos y la entrada en vigor del modelo australiano, que pretende marcar un estándar internacional para la protección de menores.
En Estados Unidos, el marco legal que exige una “desinversión cualificada” de TikTok entró en vigor el 19 de enero de 2025, pero la Administración Trump ha ido encadenando extensiones para retrasar su aplicación. La última orden ejecutiva amplía el periodo de no ejecución hasta el 16 de diciembre de 2025. En paralelo, la Casa Blanca ha respaldado un esquema de venta que situaría la operación de TikTok US dentro de una nueva joint venture con control mayoritario estadounidense, dejando a ByteDance por debajo del 20% y con límites sobre algoritmos y relaciones operativas. Aun así, a pocas semanas del nuevo límite, no hay señales públicas claras de aprobación final por parte de las autoridades de EE. UU. y China, y el mercado asume que la app seguirá operando con normalidad salvo giro de última hora.
El caso australiano, en cambio, ya ha entrado en una fase operativa. La reforma del Online Safety Act aprobada en noviembre de 2024 obliga a ciertas plataformas a impedir que los menores de 16 años mantengan una cuenta, más que a prohibirles el acceso total al contenido. La lista actual incluye Facebook, Instagram, TikTok, Snapchat, ya ha comenzado a retirar cuentas de Instagram, Facebook y Threads desde el 4 de diciembre.
El diseño regulatorio pone el interés en la responsabilidad corporativa. Según Marketingbrew, Las plataformas que no tomen “medidas razonables” para evitar cuentas de menores pueden enfrentarse a sanciones de hasta 50 millones de dólares australianos. El texto también deja claro que no se multará a los menores o a sus familias si intentan sortear el sistema, y que el cumplimiento no exige una precisión perfecta día uno, sino un esfuerzo verificable de control de edad.
El caso australiano ya está influyendo en otros mercados. Malasia ha anunciado planes para prohibir cuentas de redes sociales a menores de 16 años a partir de 2026, con un enfoque que estudia mecanismos de verificación similares. En Europa, el debate también se acelera: el Parlamento Europeo ha pedido elevar la edad mínima de acceso a redes hasta los 16 años y promover una verificación de edad que respete la privacidad, aunque la iniciativa no es vinculante y abre ahora un proceso político complejo entre Estados miembros y reguladores nacionales.
Para el ecosistema de marketing, estas medidas no solo afectan a la planificación de audiencias jóvenes, sino al diseño de producto y a la lógica de medición. Si más países adoptan modelos centrados en la titularidad de cuentas (y no en la mera visualización), veremos un incremento de entornos “logged-out”, menos señal personal y mayor presión para construir estrategias de alcance y brand building que no dependan de identidad directa. A la vez, la inseguridad regulatoria en torno a TikTok en EE. UU. mantiene abierto un riesgo de disrupción súbita en inversión social y creator economy, justo cuando el mercado entra en su tramo más sensible de presupuestos para 2026.
Puntos clave:
Australia pone en marcha el primer modelo nacional que limita cuentas de menores de 16 años: desde el 10 de diciembre de 2025 las plataformas deberán bloquear y eliminar perfiles de menos de 16 años, con riesgo de multas de hasta 50 millones.
En EE. UU., TikTok sigue en un limbo regulatorio: el proceso de venta y la amenaza de veto se vuelven a estirar con un nuevo hito el 16 de diciembre de 2025, lo que mantiene la incertidumbre para marcas, agencias y creadores.
El mensaje para 2026 es claro: el acceso juvenil a redes será más restrictivo y desigual por países, lo que obligará a replantear estrategias de audiencia joven, medición y construcción de marca con menos señal basada en cuentas.
Este resumen lo ha creado una herramienta de IA basándose en el texto del artículo, y ha sido chequeado por un editor de PROGRAMMATIC SPAIN.
