'¿Ha dejado de emocionarnos la continua evolución tecnológica?', por Ujué Agudo (JAKALA)

No es raro tropezar en Internet con discursos exultantes sobre el último lanzamiento tecnológico que esta vez sí o sí cambiará nuestras vidas para siempre y lo hará a mejor. Sin embargo, tampoco empieza a ser raro tropezar con discursos que resaltan, por el contrario, un sentimiento de hastío tecnológico, incluso de aburrimiento, ante las promesas incumplidas de mejora que nunca terminan de hacerse realidad, ante las referencias continuas a tiempos pasados que no nos permiten imaginar un futuro diferente, o ante la velocidad acelerada y la superficialidad de las tendencias actuales que persiguen el hype por encima de la disrupción. 

A la propia deriva de Internet se ha unido, en los últimos tiempos, la aplicación masiva de la inteligencia artificial en toda clase de herramientas, servicios e incluso objetos del día a día, que, además de provocarnos admiración y sorpresa, también está empezando a generar muchas dudas. Los diseñadores, programadores y generadores de contenido en Internet íbamos a cambiar el mundo gracias a contar con un nuevo medio lleno de posibilidades. Pero resulta que hace tiempo descubrimos que nuestro talento se había quedado relegado a tareas tan poco satisfactorias y valiosas como hacer más efectivo el botón de compra de turno, optimizar ese componente de un sistema de diseño del todo anodino o escribir un titular cuya función es atrapar la atención del lector, pero no informarle de nada relevante. 

Veníamos a cambiar el mundo y lo hemos hecho. Lo que ocurre es que quizá no de la manera que esperábamos. Y no porque lo hayamos vuelto todo del revés y provocando la distopía, sino porque el impacto real que hemos generado es minúsculo, insignificante y, además, parece repetitivo. Más de lo mismo.

Así, reinventamos las redes sociales y nos creamos un metaverso que a los más viejos del lugar nos arroja un tufillo a lo Second Life. Nos aceleramos y dejamos de seguir imaginando el futuro que queríamos construir cuando comenzamos en esto. Empezamos a creer que tiempos pasados fueron mejores y eso nos ha llevado a agarrarnos al ayer y a fomentar nuestra tendencia retromaníaca. O bien perdemos la perspectiva que nos impulsó a apostar por un futuro cada vez más tecnológico y nos enzarzamos en resolver la cotidianidad en lugar de aspirar a reinventar nuestra existencia. Quizás lo que nos pasa es que no nos damos cuenta de que el Internet ya no es ese espacio de oportunidad para pioneros que iniciamos hace más de 25 años, sino un ente demasiado complejo al que resulta frustrante hincarle el diente.

Aun así, algunos nos negamos a tirar la toalla. Algunos queremos seguir disfrutando de los nuevos avances tecnológicos sin dejar de contribuir a aquella visión que nos introdujo en este mundillo. Porque queremos ilusionarnos de nuevo. Queremos recuperar el entusiasmo de aquel Internet que vimos nacer para reinventarlo, en lugar de seguir lamentándonos por las promesas digitales que nunca llegaron a cumplirse.

Para empezar a recorrer ese camino, hemos reunido nuestras reflexiones y propuestas en un número monográfico de la publicación BikoInsights. Esta publicación, creada por profesionales de la empresa Jakala | Biko, reflexiona sobre tendencias actuales y futuras del entorno digital. En su número #6, que acaba de ver la luz, se aborda esta confrontación entre la esperanza y el aburrimiento tecnológico desde distintos puntos de vista y artículos: 

  • "Paren las redes, que yo me bajo", de Diego Cenzano, reflexiona sobre el metaverso y la apropiación corporativa de Meta, así como la necesidad de interoperabilidad entre diferentes metaversos. Además, propone una serie de iniciativas para devolver la esencia a las redes sociales frente a la dominación de los gigantes tecnológicos.

  • "Más allá del ciberespacio", de Karlos g. Liberal y Ujué Agudo, ahonda en la idea de la desilusión tecnológica mediante un repaso por la cultura digital. Los autores se preguntan en el artículo dónde quedaron las promesas de libertad, critican la abstracción tecnológica y enfatizan la importancia de una visión futura positiva basada en valores, conexiones humanas y una comprensión real de la tecnología.

  • "Nostalgia para combatir el aburrimiento", de Carlos Jiménez, explora cómo los recuerdos digitales pasados contrastan con la realidad actual y el aburrimiento moderno. El artículo además rememora aquellas emociones que nos embargaban con cada lanzamiento de producto, funcionalidad o juego, antes de que nos invadiera la era de las notificaciones.

  • "Complejidad, evolución y el fin del ciclo del Internet de los pioneros", de Aritz Suescun, examina la complejidad de Internet y su evolución, utilizando para ello dos marcos analíticos: Cynefin y los mapas de Wardley. A partir de ellos, en el artículo se discute la transición de Internet desde sus fases iniciales de génesis, hasta convertirse en un producto y, posteriormente, en una commodity, y cómo necesitamos adaptar nuestra mirada ante ello.

  • Finalmente, el artículo "Automatizando las tareas sucias, peligrosas y aburridas… y algunas cuantas más", de Ujué Agudo y Karlos g. Liberal, alerta sobre el incremento de decisiones delegadas a los algoritmos, a pesar de ser ésta una práctica que puede perpetuar desigualdades y amplificar sesgos. El artículo aboga por una innovación tecnológica más consciente, que contemple de forma más amplia su impacto en los decisores humanos y en la sociedad en general. 

Si te interesan los temas de estos artículos y/o formas parte de ese grupo de personas que quieren darle la vuelta al hastío que la deriva tecnológica ha provocado y mirar con nueva esperanza al futuro a construir, no te pierdas la lectura de este #6 BikoInsights. 

Por Ujué Agudo, investigadora en JAKALA Iberia

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