Instacart triplica la presencia de sus ‘smart carts’ y acelera su apuesta por el retail media en tienda
Instacart ha multiplicado por tres en un año la presencia de sus carros inteligentes ‘Caper Carts’, reforzando su apuesta por conectar data, retail media y experiencia de compra en el punto de venta físico. Según adelantó la compañía a Modern Retail, estos carros ya están desplegados en 100 ciudades de 15 estados de EE. UU. y en más de una docena de enseñas de distribución.
En el mercado norteamericano, los Caper Carts están presentes en casi el 20% de las tiendas de Wakefern Food Corp. (incluyendo ShopRite, Price Rite y The Fresh Grocer) así como en establecimientos de cadenas como Geissler’s, Good Food Holdings, Sprouts Farmers Market, Schnucks y Wegmans, además de otros supermercados locales e independientes.
La expansión también tiene ya una dimensión internacional. En 2025, Instacart anunció el lanzamiento de estos carros inteligentes en un supermercado Coles en Australia y en una tienda de Morrisons en el Reino Unido, mientras que enseñas como ShopRite y Schnucks han extendido su uso a más puntos de venta dentro de sus redes.
Cómo funcionan los ‘Caper Carts’
Los ‘Caper Carts’ se almacenan como un carro tradicional y se cargan en una base. El cliente los toma de la hilera de carros y se identifica a través de la pantalla integrada, bien introduciendo su número de teléfono asociado al programa de fidelización, bien escaneando un llavero con código de barras.
A partir de ahí, el usuario escanea cada producto al colocarlo en el carro y puede ver:
El ticket acumulado en tiempo real, para controlar la inversión.
Listas de la compra y recomendaciones personalizadas.
Cupones y promociones relevantes.
Mensajes y creatividades publicitarias.
Para Instacart, el valor del dispositivo va mucho más allá de la fricción en caja. La compañía defiende que los carros inteligentes permiten incrementar los ingresos de los retailers mediante publicidad y promociones más segmentadas, así como aprovechar datos online y de comportamiento en tienda para optimizar decisiones de marketing y surtido.
“El punto de inflexión que estamos viendo se sitúa en la intersección entre ir muy profundo con cada retailer, adaptándonos a los comportamientos específicos de sus tiendas, y activar los palancas de valor que comparten muchos distribuidores (incremento de ventas, retail media) junto con las que son propias de cada socio”, explica David McIntosh, chief connected stores officer de Instacart.
Retail Media, data y efecto TikTok
Instacart adquirió en 2021 Caper AI, fabricante original de los carros inteligentes, por 350 millones de dólares y lanzó en 2022 su suite Connected Stores, que incluye un nuevo modelo de Caper Cart y otras soluciones como FoodStorm (gestión de pedidos para mostradores de frescos), Carrot Tags (etiquetas electrónicas) o Storefront (software e-commerce para supermercados).
Aunque parte del crecimiento se debe a nuevos lanzamientos, una porción relevante procede de la ampliación del despliegue en cadenas que ya estaban trabajando con la compañía. Según McIntosh, muchos retailers han aumentado el número de tiendas con Caper Carts impulsados por:
La demanda de clientes que han visto los carros en redes sociales, especialmente en vídeos virales de TikTok.
Los resultados internos de las primeras pruebas, con señales de incremento de ventas, mayor uso de cupones y más ingresos de retail media en las tiendas equipadas.
Además, algunos supermercados que rechazaron la tecnología hace dos años por considerarla demasiado inmadura han regresado ahora a Instacart tras conocer los resultados en otros operadores.
“Están oyendo a otros retailers decir ‘a mis clientes les encanta’, están viendo los vídeos en TikTok y los datos de lift de ventas y de ingresos de retail media. La adopción viene porque ya ven resultados y tirón real del consumidor”, señala McIntosh.
En cuanto a los shoppers, el directivo apunta que la funcionalidad más valorada no es solo poder evitar la línea de caja, sino disponer de un control permanente del gasto y recibir cupones relevantes. “La mayoría de estadounidenses compran con un presupuesto en mente y nadie quiere llegar a la caja y tener que devolver productos. Nos hemos dado cuenta de que la pantalla es donde está gran parte del valor: cupones, total acumulado, recomendaciones y lista de la compra”, añade el directivo.
Un modelo prometedor
Pese al dinamismo del despliegue, no todo el sector coincide en que los smart carts sean la prioridad tecnológica correcta para el supermercado del futuro.
Chris Walton, ex vicepresidente de Target y co-CEO del blog especializado Omni Talk, señala que, aunque la experiencia de usuario es buena, el gran reto sigue siendo la adopción: cuesta que los clientes cambien sus hábitos y opten por el carro inteligente de forma recurrente.
“El valor real de estos carros para la cuenta de resultados está todavía poco probado. Creo que, en el contexto actual, el dinero está mejor invertido en tecnologías que mejoren la eficiencia operativa de la tienda y el día a día del retailer, más que en pedir al consumidor que adopte una solución nueva y aún no totalmente demostrada”, advierte Walton.
Desde su punto de vista, los esfuerzos tecnológicos deberían priorizar herramientas para inventario y operación (como robots que escanean lineales para detectar roturas de stock o software que optimiza las tareas diarias del personal en tienda) frente a inversiones intensivas en dispositivos de cara al cliente.
“El foco para los supermercados debe ser hacer crecer la línea de arriba, pero también sacar costes del día a día. Eso pasa por hacer a los empleados más productivos y encontrar formas de ahorrar en todo lo que implica operar el establecimiento”, concluye Walton.
El despliegue acelerado de los Caper Carts refleja la tensión actual en el sector grocery: por un lado, la presión por extraer más valor del punto de venta físico mediante retail media y experiencias más digitales; por otro, la cautela de unos operadores que siguen muy condicionados por los márgenes ajustados y la necesidad de ganar eficiencia operativa.
Instacart, que ya ha triplicado el número de tiendas con smart carts en un año y suma acuerdos con grandes cadenas y mercados internacionales, confía en que los resultados y la tracción del consumidor acaben consolidando la categoría. El próximo test será determinar si estos carros inteligentes pasan de ser un “proyecto de innovación” a convertirse en un estándar de la compra física en supermercados de EE. UU. y otros mercados.
