El M&A vuelve a despegar: cómo la caída de tipos reactiva las grandes operaciones en tecnología

M&A

Después de casi dos años de contención, el mercado de fusiones y adquisiciones (M&A) en el sector tecnológico vuelve a encender motores. La combinación de una bajada sostenida de los tipos de interés en Estados Unidos y Europa, junto con un entorno macroeconómico más predecible y un renovado apetito por el crecimiento estratégico, está devolviendo la confianza a inversores, fondos y corporaciones. En este nuevo escenario, el M&A se reafirma como una herramienta financiera de aceleración pero, sobre todo, como un catalizador clave para transformar modelos de negocio y acelerar la innovación tecnológica.

Un nuevo ciclo de liquidez y ambición

Tras un 2024 marcado por la prudencia, el año 2025 ha traído señales de recuperación. La Reserva Federal y el Banco Central Europeo han comenzado a bajar los tipos de interés en respuesta a una inflación más contenida, lo que ha reducido el coste del capital y reactivado los mercados financieros.

Esta relajación monetaria ha devuelto algo de liquidez a los fondos de inversión y ha mejorado las valoraciones de compañías tecnológicas, muchas de las cuales habían experimentado caídas en los últimos trimestres. Este nuevo contexto ha motivado, entre otros motivos, que grandes corporaciones vuelvan a mirar hacia el crecimiento inorgánico como una vía prioritaria. La presión por consolidar posiciones en mercados clave (como la inteligencia artificial, la infraestructura cloud o la ciberseguridad) ha hecho que el M&A vuelva al centro de la estrategia corporativa.

Según datos recientes de PitchBook, el volumen global de transacciones en tecnología aumentó en el tercer trimestre de 2025 frente al mismo periodo del año anterior, y se prevé que el último trimestre del año cierre con cifras récord desde 2021.

Las grandes tecnológicas retoman el liderazgo

Gigantes como Google, Amazon, Microsoft o SAP han vuelto a la mesa de negociación. Muchas de estas compañías han acumulado liquidez durante los años de contención y ahora buscan reforzar capacidades clave mediante adquisiciones estratégicas. Un ejemplo es la reciente compra de Cohesity por parte de Amazon Web Services, operación que consolida su posición en el mercado de backup y gestión de datos para grandes empresas.

Operaciones como esta muestran la vuelta del apetito comprador y una mayor claridad en las estrategias de largo plazo. Las grandes empresas tecnológicas están apostando por adquirir compañías que les ayuden a crecer en campos como la inteligencia artificial avanzada, el procesamiento local de datos o el análisis en tiempo real.

Infraestructura digital: el nuevo oro del M&A

Más allá del software, uno de los sectores que está viviendo un auge sin precedentes es el de la infraestructura tecnológica. Data centers, fibra óptica, redes de distribución de contenido (CDN) o soluciones de conectividad empresarial están atrayendo el interés tanto de fondos de infraestructuras como de corporaciones tecnológicas.

Un movimiento reciente que refleja el creciente interés inversor por las infraestructuras digitales es la decisión de EQT Infrastructure de poner a la venta GlobalConnect, una de las mayores plataformas de conectividad y centros de datos del norte de Europa. Esta compañía, adquirida por EQT en 2016, opera más de 150.000 kilómetros de fibra y múltiples data centers en países como Dinamarca, Suecia, Noruega, Alemania y Finlandia. El proceso de venta podría valorar la compañía en más de 8.000 millones de euros, lo que demuestra el atractivo de estos activos físicos en las carteras de inversión a largo plazo.

En España, se empieza a observar una tendencia similar con la consolidación de operadores de redes y la creciente atención al desarrollo de hubs digitales, especialmente en ciudades como Madrid y Barcelona.

Más allá de las cifras: valor estratégico y visión emprendedora

Desde Pipeline Capital, observan que el repunte del M&A en tecnología no se está dando solamente por condiciones financieras favorables, sino también por un cambio estructural en la manera de concebir el crecimiento empresarial. Las compañías, además de buscar ingresos o cuota de mercado, persiguen aumentar capacidades que les permitan adaptarse mejor a un entorno en constante evolución. Es aquí donde la experiencia emprendedora de sus socios marca la diferencia. Acompañan a fundadores y directivos en la ejecución de la transacción, así como en la definición estratégica previa y en la integración posterior. Entienden que una operación de M&A exitosa no se mide únicamente por el precio; también se mide por su impacto en el modelo de negocio, la cultura organizativa y la capacidad de escalar.

Perspectivas para 2026: consolidación e innovación

Todo indica que 2026 puede ser un año de consolidación para esta nueva ola de operaciones. La combinación de tipos bajos, presión competitiva y transformación tecnológica seguirá impulsando fusiones y adquisiciones en sectores como fintech, salud digital, automatización industrial y educación online. Las empresas que sepan anticiparse a esta dinámica y actúen con visión estratégica tendrán una ventaja clara. Pipeline Capital, seguirá acompañando a compañías en su camino hacia el crecimiento inorgánico, ayudándoles a encontrar las mejores oportunidades y a generar valor sostenible en cada etapa del proceso.

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