Mad Men, Bad Men y la resaca moral de Cannes
Cannes debería oler a sal, a creatividad y a bronceador con alto nivel de protección, pero por lo visto este año, el perfume era otro: ego de ejecutivo senior mezclado con Rosé barato y testosterona descontrolada. Las luces de los yates no alcanzaban a disimular el ruido de fondo: chistes fuera de lugar, miradas invasivas y silencios cómplices… y no eran becarios, eran de los que tienen cargo con 3 iniciales, porque si creías que el Me Too no había alcanzado al ecosistema publicitario, tengo malas noticias.
Cuando Cannes se convierte en una despedida de soltero
Gracias a Brian O’Kelley y Pessach Lattin, la conversación que todo el mundo tenía en corrillos, en taxis compartidos y con mensajes en grupos de WhatsApp, por fin ha salido a la superficie. El post de Brian en LinkedIn y el artículo de Pessach dicen lo que muchas mujeres han querido gritar sin arruinar sus carreras: ¡esto no puede seguir así!
“Si no puedes beber alcohol y ser respetuoso con las mujeres: no bebas en eventos profesionales (y sí, Cannes es un evento de trabajo).”
Esto lo dice alguien que es uno de los grandes de nuestro querido sector, y lo firma con nombre y apellido. Mientras tanto, otros siguen escondiendo sus silencios tras la espuma de una copa, o peor aún, creyendo que firmando un código de conducta interno es suficiente para cubrir sus excesos con una camisa de lino abierta y unas chanclas.
Cannes Lions nació para celebrar el talento creativo pero algunos lo viven como una coartada para el descontrol: la semana más importante del año para el sector se ha convertido, en según qué círculos, en una especie de “despedida de soltero con acreditaciones VIP y presupuesto ilimitado”. Y no esto no es una exageración: testimonios de acoso verbal, comportamientos inapropiados y agresiones encubiertas han salido a la luz en redes y conversaciones privadas. “Es que había mucho alcohol”. “Estábamos celebrando un premio”. “No era para tanto”... El problema no es la fiesta, el problema es que algunos lo hacen creyendo que es parte del “package”.
Lo más preocupante no es lo que se cuenta, sino lo que se calla: empresas que saben y no actúan, directores de marketing que se dan por enterados pero no por aludidos o grandes empresas que gastan millones en "diversidad e inclusión", pero cuya política real es: mientras no salga en prensa, no ha pasado. Pero aquí viene el giro de guion ya que las víctimas no son becarias o juniors; algunas de las que más han sufrido son mujeres con posiciones altas, con experiencia, con voz… pero con miedo a usarla, porque denunciar lo que ha pasado en Cannes no arruina solo una noche, puede arruinar hasta su carrera.
¿Y ahora qué?
Brian lo deja claro: esto no se arregla con un post de LinkedIn, se arregla con políticas corporativas, consecuencias reales, y entornos seguros de verdad. Por esto, han creado una petición en Change.org, que desde PROGRAMMATIC SPAIN te animamos a leer y si tienes a bien, firmar aquí.
¿Cuales son las propuestas de Brian?
Firmar obligatoriamente una carta con normas de comportamiento antes de viajar a un evento como Cannes (replicable a DMEXCO y otros).
Líneas de denuncia anónimas visibles y activas en el evento.
Formación específica para staff y ejecutivos.
Zonas seguras para acudir si te sientes en riesgo (sí, esto también aplica en los yates).
Tolerancia Cero, sin excusas. No importa si el agresor es un CEO o quien firmó un contrato millonario.
Porque este año, Cannes ha sido tan brillante como siempre, pero quizá más turbio que nunca. La creatividad no puede florecer donde hay miedo; el respeto no debería ser un valor negociable y el talento no puede desarrollarse en entornos donde tu jefe cree que "todo es parte del juego". La industria necesita más líderes como Brian y menos fantasmas que siguen pensando que el poder les da total inmunidad. Señoros: la reputación ya no se lava con champán, porque si esto sigue así, el único león que merecerán será el de cartón mojado que sobrevive tras una tormenta de hipocresía.
Y ya sabes, cariño… Gossip Girl no olvida.
Puntos clave:
Cannes no es una fiesta privada, es un evento profesional. Actúa como tal o no vengas.
Las empresas deben asumir responsabilidad real, no más parches ni campañas de cartón piedra.
La creatividad solo es libre en entornos seguros y hoy, muchos aún no lo son.
Este resumen lo ha creado una herramienta de IA basándose en el texto del artículo, y ha sido chequeado por un editor de PROGRAMMATIC SPAIN.
