Meta suprime 600 empleos vinculados a sus equipos de IA

Meta ha ejecutado un recorte de 600 puestos de trabajo en su organización de inteligencia artificial, con especial incidencia en la división Superintelligence Labs, que agrupa los esfuerzos estratégicos de la compañía en esta tecnología. En un comunicado interno, Alexandr Wang, responsable de IA en Meta justificó la medida por la necesidad de acelerar la toma de decisiones y ampliar el alcance individual: “serán necesarias menos conversaciones para decidir y cada persona tendrá mayor capacidad de carga y mayor impacto”, expuso el responsable.

El ajuste golpea con fuerza al equipo de revisión de riesgos, encargado de evaluar el cumplimiento regulatorio (incluida la privacidad de datos en distintos países) y de velar por compromisos como el acuerdo de 2019 con la FTC en EE. UU. sobre protección de datos. Según fuentes citadas por The New York Times, más de 100 de los profesionales afectados pertenecían a esta área. En un segundo comunicado, Michel Protti, responsable de privacidad, adelantó que Meta reducirá revisiones manuales y sustituirá procesos por sistemas automatizados, con el objetivo de mantener garantías de cumplimiento a mayor escala.

De acuerdo con esas fuentes, solo uno de los cuatro grupos de la estructura de Superintelligence Labs no registró despidos: TBD Labs, centrado precisamente en superinteligencia y bajo la gestión directa de Wang. El resto de las salidas se reparten entre investigación (incluida FAIR), desarrollo de nuevos productos e infraestructura, afectando también a perfiles veteranos. La medida se enmarca en el impulso del CEO Mark Zuckerberg por rearmar el liderazgo técnico frente a competidores como OpenAI y Google.

El objetivo de Meta pasa por concentrar recursos en iniciativas de mayor impacto y por automatizar tareas de control para ganar eficiencia operativa. No obstante, el traslado de revisiones manuales a sistemas automáticos en áreas sensibles (como privacidad y riesgo) abre interrogantes sobre gobernanza, trazabilidad y auditoría de decisiones algorítmicas en contextos regulatorios cada vez más exigentes. La compañía sostiene que el nuevo esquema permitirá mantener el cumplimiento normativo a la vez que acelera el desarrollo.

Esta decisión llega en un momento en que la IA ya mejora los resultados del negocio publicitario de Meta: el incremento de conversiones y la eficacia de las recomendaciones de contenido elevan el tiempo de uso y la exposición a campañas. La empresa prevé, además, que las interacciones con su bot conversacional generen nuevas señales para una segmentación más precisa, reforzando el rendimiento comercial.

En paralelo, Meta continúa fichando talento senior para sus laboratorios de superinteligencia. En semanas recientes, medios como Axios y The Verge han destacado incorporaciones como Ananya Kumar (ex OpenAI) y Ke Yang (procedente de Apple), junto a perfiles de alto nivel como Andrew Tulloch. Algunas informaciones mencionan paquetes retributivos de gran envergadura y movimientos corporativos previos vinculados a Scale AI, la compañía fundada por Wang; Meta no ha detallado públicamente las condiciones económicas de esas operaciones.

Con este rediseño, Meta busca reducir burocracia, acelerar ciclos de desarrollo y concentrar inversión en proyectos de frontera (especialmente en TBD Labs), al tiempo que promete estándares de cumplimiento sostenidos por automatización. La clave, de aquí en adelante, será equilibrar velocidad y control: demostrar que los nuevos procesos automáticos mantienen (o mejoran) los niveles de seguridad, privacidad y conformidad que antes se atribuían a las revisiones humanas, sin frenar la ambición de competir en la carrera por la superinteligencia.

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